Uno de los principales objetivos que nos plantearemos en nuestra labor como docentes especializados en Educación Física, será conseguir que nuestros/as alumnos/as posean una visión objetiva de su propio cuerpo, el de los demás compañeros/as y de la relación que éste mantiene con el espacio y el tiempo. Todos estos aspectos serán detallados detenidamente, en el bloque de contenidos "las capacidades perceptivo motrices", fundamental para la enseñanza y comprensión de esta área.
Las capacidades perceptivo-motrices se refieren a la habilidades que posee el niño/a para coordinar los sistemas sensoriales (principalmente la visión), con los movimientos del cuerpo y que requieren de un ajuste psico-sensorial complejo para que pueda ejecutarse. Existen 3 tipos de capacidades perceptivo-motrices básicas: corporalidad, temporalidad y espacialidad. Nosotros/as nos centraremos en las dos últimas y en la relación que se establece entre ellas: la estructuración espacial-temporal.
Los principios acerca del espacio y del tiempo se van construyendo lentamente, partiendo de la base de las percepciones que recibimos sensorialmente y la información que éstas nos ofrecen. La estructuración espacio-temporal surge de la motricidad, conforme a las múltiples relaciones integradas de la tonicidad, del equilibrio, de la lateralidad, de la noción del cuerpo y de la relación con los objetos localizados en el espacio.
La espacialidad "es el proceso mediante el cual se perciben, reconocen e incluso se representan mentalmente, una serie de relaciones espaciales que facilitarán la relación con el entorno" (Le Boulch, 1990). Incluye elementos como la orientación, la distancia, direcciones, trayectorias y recorridos…
Por otro lado, la temporalidad es definida como "un conjunto de acontecimientos que siguen un orden o distribución cronológica y una duración cuantitativa del tiempo transcurrido entre los límites de dichos acontecimientos" (Fraisse, 1989). Se refiere a la duración, el orden, ritmo, velocidad…
Tras la integración de ambas capacidades obtenemos la estructuración espacio-temporal, por lo que podemos decir que, "La temporalidad y la espacialidad se coordinan dando lugar a la organización espacio-temporal, y se trata de un todo indivisible ya que todas las acciones se dan en un tiempo y lugar determinado" (Trigueros & Rivera, 1991).